martes, 25 de junio de 2013

COMER EN RUTA

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miércoles, 19 de junio de 2013

CARTA nº 3

                                          



18 años
19 de Junio de 2013


No vean ustedes cómo me iba a costar, han pasado por lo menos dos semana desde la última carta y nadie me ha dicho nada, deberían haberme regañado!!!, pero bueno a mi favor os diré, que he estado liado con asuntillos de retratista o de camarista, como me dijo una vez una niña pequeña, qué arte.

La verdad es que no tengo muy claro de que hablar en concreto (porque tengo un montón de cosas en la cabeza), ni por donde empezar. Me seduce la idea, y cada vez más, de hablar del bar como lugar de encuentro, de creador de situaciones y experiencias, de lugar de desahogo, muro de las creaciones, canal de viajes sin tener que rellenar la maleta, no sé, pero es ¡¡la leche!!, y es que después de 18 años en la hostelería, ahora veo desde otra perspectiva, y me gusta pensar que lo ven y lo sienten más profesionales como yo, aunque..., a lo mejor soy yo, que estoy como un cencerro. Los que me conocéis fuera del bar, sabéis que soy un tipo raro en cuanto a relacionarme con el resto del mundo, se han de dar las condiciones idóneas y que se alineen los astros para que yo esté sociable ese día. Pero, claro, en el bar es distinto, hay que estar como hay que estar, bien, simpático, amable, dicharachero, sonriente, etc, y dejar las penas a un lado. Lo bueno de esto es que una vez que te metes en tu papel desaparecen los problemas y entonces es cuando empiezan a suceder cosas.

Situaciones:
Situación 1. (lugar de encuentro)
Parejita que viene a comer, él algo más mayor que ella, muchas risas, nervios, mucho pelar la pava y demás historias, nos imaginamos que pasaría luego. Unas semanas después aparece él de nuevo pero con mujer e hijos. Nos quedamos escandalizados. ¡¡¡¡Pero si es el mismo que vino con la muchacha!!!!. Una semana después aparece la que creímos su esposa con un señor más mayor que ella y con la misma actitud que su marido o exmarido (o lo que fuera): nerviosa, muchas risas y a pelar la pava se ha dicho, y nos quedamos planchados. Ni él era tan malo, ni ella tan buena, o ni sí ni no, ni mucho ni poco, ni ná de ná.
Situación 2. (canal viajar)
Rita y Germano, matrimonio italiano de jubilados, nos han tenido ocupados durante 4 meses. No todos los días, pero sí todas las semanas. Durante esos cuatro meses hemos estado de viaje continuo con ellos, por el norte de Italia, por Canadá con su hija, por sus vidas a través de las recetas de las hermanas de Rita. Se alegraban con nosotros cuando venían y bar estaba lleno hasta las trancas y no se podían sentar y en la última semana que estuvieron en Sevilla vinieron a despedirse todos los días, como cuando te despides de un familiar que se va a otra parte del mundo a vivir. Ha sido genial conoceros.
Situación 3. (desahogo o muro de las creaciones)
Clientes que ya sabes a que se dedican y viene al bar solo ha enseñarte sus últimos trabajos, sus últimas creaciones, a contarte sus nuevos planes y proyectos, como Nati y José, joyeros, y dentro de muy poco van a tener ¡¡¡un churumbel!!!, y van a mudar la joyería a la calle Feria y cuando sacan colecciones nuevas vienen a enseñárnosla y estoy seguro de que algún día haremos algo juntos. O Carlos, estudiante de Bellas Artes y artista de la pista, que nos hace unos carteles que son "la pera limonera". Y luego están los que por contra deciden poner fin a sus negocios, porque están muy cansados y deciden cambiar de vida, ¡Ole por ellos!.
Como estas situaciones aquí expuestas, pasan todas las que seáis capaces de imaginar y eso que no me he metido en el infinito mundo de las borracheras, grandes, enormes, memorables, pequeñas pero muy graciosas, las accidentadas, pero estas requieren varios libros al respecto, jajajajaja. Y con estas últimas frases que recuerdan al anuncio de Coca-cola, "...para los grandes, para los chicos,etc...", me da que pensar que al final he decidido escribir sobre esto por el reciente anuncio de "benditos bares" que la refrescante marca a puesto en circulación en la tele y que, por cierto, me encanta. Pues no, porque si habéis leído las otras cartas ya se intuía esta reflexión, en la que un bar deja de ser un bar (dar de comer y beber) y pasa a ser un lugar terapéutico. Aquí, en el nuestro, hace algún tiempo que lo llamamos "SIMUNTERAPIA", y nos venimos al bar a trabajar para desconectar, ¿mola eh?.
Pues termino, sin comerlo ni beberlo, (que gustito da acabar, no quiero imaginar lo que debe ser cuando escribes un libro, ¡¡uuuff, orgásmico!!) con una frase de la canción Y los conserjes de noche del Gran Quique González:
"...es una historia que se escribe en los portales,
la breve intensidad de las primeras luces,
los conserjes de noche cuidan de los hostales
y todas las camareras que quisieron escuchar..."

Y me despido hasta la próxima, con unas roscas de pimienta y un chorrito de aceite de oliva.